lunes, 2 de julio de 2012

Cuando digo que no quiero decir "Sí"


Las personas somos simplemente impredecibles.
Lo damos todo. Ya sea por odio, sed de venganza, por rencor; o bien por amor y cariño.
Muchas veces no somos conscientes del daño que podemos causar a los que tenemos a nuestro alrededor con nuestras acciones e incluso solamente con palabras. 
Porque sí, las palabras duelen y mucho, pero depende de quién las pronuncie desde luego.. Si ese alguien es importante para nosotros, dolerá más porque eso significa que esa persona nos conoce y que puede tener razón.

Precisamente tenemos miedo de la razón, de la lógica, de lo obvio.
Tememos la soledad, pero a la vez queremos alcanzarla.

Dicen que el ser humano es racional..
JÁ. En mi opinión somos de todo menos racionales.
Nos engañamos a nosotros mismos. Nos contradecimos.
En nuestro intento por evitar el sufrimiento sufrimos más y evitamos que la felicidad entre en nuestras vidas.
No es justo.
Las cosas claras.
No más mentiras. Nadie merece una mentira. Ni siquiera piadosa. Ni medias verdades.
Pero la verdad duele. Y si eres sincero eres un borde que no se preocupa por los sentimientos de los demás.


¿Cómo podemos encontrar el equilibrio?


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