viernes, 27 de julio de 2012

Hasta pronto

Me acuesto con una inevitable sonrisa en la cara. Está claro, ¿no? Es su culpa. Sólo él es capaz de causar este efecto en mí.
Pero cuidado, no es oro todo lo que reluce. Una sonrisa puede esconder muchas cosas.
Ésta, en concreto, esconde una felicidad que hacía tiempo que no sentía, mezclada con el miedo de no sentirla de nuevo en otro tanto. Esconde el dolor que traen los miles de recuerdos vividos, pero también el dolor de aquéllos que no llegaron a ocurrir. Esconde ese resquicio de esperanza de lo que podrá ser o no en el futuro.
Todos necesitamos a alguien que nos acompañe, ¿por qué iba a ser menos ésta sonrisa? En efecto, la acompaña una lágrima.


No es un "adios", es un "hasta pronto".
Lo sé, porque confío en él, confío en esto.

Le voy a echar de menos como a nada en este mundo. Voy a echar de menos todos los momentos que hemos compartido, desde las risas más inocentes provocadas por unas cosquillas, hasta los momentos más románticos con palabras susurradas al oído, pasando por esos momentos tan bonitos y emotivos que se rompen, ya sea por nuestras bromas o nuestro poco sentido del equilibrio. Pero eso es precisamente lo que nos hace especiales, lo que hace que estemos hechos el uno para el otro, que juntos somos nosotros mismos, somos tal para cual, somos tú y yo.
Ésta noche ha sido especial, la mires por donde la mires. Me encanta su risa. Me encanta cuando me abraza y apoya la cabeza en mi hombro quedándose sopa. Me encanta cuando su mirada me taladra gritándome que me quiere pero con miedo a pronunciarlo en voz alta. Me encanta cuando me aparte el flequillo y me lo pone detrás de la oreja y cuando aprieto los dientes se da cuenta de que se me ha enredado en el piercing y lo compensa con su cara de niño bueno. Me encanta cuando sus labios rozan los míos al hablar. Me encanta cuando me coge en brazos cual princesa. Me encanta cuando intentamos hablar seriamente y cuando nos queremos dar cuenta estamos tirados en el suelo riendo porque nos vamos del tema y acabamos haciendo el tonto, eso que tan bien se nos da a los dos.. Me encanta su olor y el de sus camisetas que me acompañan en tantas noches solitarias. Me encanta el olor a cerveza que desprende su aliento y que me incita a besarle. Me encantan esos suspiros de felicidad que se le escapan cuando estamos acurrucados. Me encanta cuando me da un beso en la frente dándome a entender lo mucho que se preocupa por mí y que le importo. Me encanta esa sonrisa pícara que asoma a sus labios cuando nos miramos expectantes a que el otro dé el siguiente paso.
Me encanta ÉL. En todas sus facetas. Por eso, nadie sabe lo mucho que le voy a extrañar en este lapso de tiempo... 

Pero voy a aprovecharlo. Es mi momento, mi oportunidad de cambiar, de ser yo, pero de ser mejor. Quiera o no necesito a alguien, pero no volveré a cometer el error de depender de una persona. 
Sin embargo, me he dado cuenta de que tengo a gente que ni por asomo merezco. Gente maravillosa que hacen de pilar, de mis cimientos, y que sin ellos no sé qué sería de mí. Tenemos nuestro más y nuestros menos, pero eso no impide que los quiera con locura. Me han enseñado que hay gente que merece la pena, que ellos merecen la pena, y que hay que confiar un poco más y malpensar un poco menos. Así que gracias por soportarme tantos llantos y rayadas, sois lo mejor (:

Es hora de demostrarme a mí misma y al mundo entero que yo no estoy a la sombra de nadie, que yo tengo luz propia y sé brillar. Así que, aunque no va a ser ni de lejos fácil sé que puedo hacerlo y que puede ser algo bueno para los dos. ¿El truco? Mantenerme tan tan ocupada que no tenga tiempo de pensar.


Y como no podía ser de otra manera el corazón se solidarizó con esa sonrisa y oprimiéndose un poco más debido al dolor, le envió cientos de lágrimas más para que la acompañaran.

Buenas noches.

domingo, 8 de julio de 2012

¿Tan difícil es saber si me quieres?

Hay veces que sabes lo que te espera. La intuición es un arma muy poderosa y es una de las pocas cosas en las que siempre he confiado plenamente.
Sé que la decisión está tomada de la misma manera en que sé que en algún momento a lo largo de mi vida le volveré a ver. Porque en gran medida creo en el destino. Empecé a creer en él cuando me enamoré de él. Dicen que no puedes luchar contra el destino, que es inútil. Y aunque nuestros caminos vayan a separarse tengo esa esperanza. La esperanza nos da la fuerza para seguir adelante, ¿qué seríamos sin ella?

Ahora intento decirme a mí misma que si esto se acaba (como preveo que así será) será por una buena razón. Si se acaba será porque él así lo ha decidido, y si él así lo ha decidido es que no me merece, es que no me quiere como yo a él, y entonces será lo mejor que pueda ocurrirme. ¿Tan malo sería tener tiempo para mi misma? ¿No depender de nadie? Como en los viejos tiempos.. Yo, yo y yo con mis pensamientos y mis tonterías. No habría rayadas. ¿Por qué iba a haberlas si no hay nadie de quién preocuparse?
Pero, ¿es esa la solución? En parte puede.. Pero si no dejo que nadie más entre en mi vida para evitar el sufrimiento también evitaré la felicidad. ¿Está eso bien? Ahora mismo no estoy segura de nada.. Todo es contradictorio. ¿De verdad estaré tan bien como me quiero imaginar sin él? En realidad no lo creo.. Caeré en mi habitual espiral de sombras como siempre he hecho antes de que entrase en mi vida. Intento cambiar sí, pero con el cambio que se avecina no va a ser nada fácil, no señor.

Y nada de lo que escribo tiene sentido, mis pensamientos no lo tienen y por el momento no me veo capaz de ordenarlos.

Como siempre, ¿qué mejor para expresar los sentimientos que la música?

 

Evanescence. Mucho Evanescence. Evanescence por doquier, sí señor.


Me autodestruye pero a la vez me calma. Me siento tan terriblemente comprendida...


Y para variar la letra lo dice todo. Por ahora me despido aunque se avecinan, si es que no han llegado ya, tiempos tormentosos y la mejor manera que tengo es desahogándome aquí. Escribiré mucho, para bien y para mal..


lunes, 2 de julio de 2012

Recuerda que puedes contar conmigo

Ahora es el momento. Búscate. Encuéntrate. Ante todo tienes que saber quién eres. El resto, vendrá solo.

El primer paso para madurar es dejar de castigarte por esas cosas que hiciste en el pasado. ¿Acaso tienen arreglo? Difícilmente.. Déjalo ir. Preocúpate por el futuro, pero asegúrate de que ese futuro sea conmigo.
Deja de engañarte a ti mismo. Me quieres y lo sabes. Arriésgate. Confía en mi. No te defraudaré.
LO PROMETO



Para mi la música es muy significativa por las letras. Si pongo una canción es que tiene un mensaje oculto (y quien dice oculto dice que está en inglés y que a lo mejor no lo pillas a la primera.. pero vamos, que el mensaje está ahí).
Te doy las claves para superarlo. Te tiendo mi mano para ayudarte. Yo siempre SIEMPRE voy a estar ahí para ti. Aunque tú me eches a un lado. Aunque me odies. Me da igual.. Porque te conozco mejor que nadie, sé cuáles son tus verdaderos sentimientos aunque te autoconvenzas de lo contrario, y por eso nunca me vas a perder.
Sí, estoy enamorada de ti. Y esta vez seré yo la fuerte, lo seré por los dos. Tú no tienes que preocuparte de nada. Sólo encuéntrate. Después no te molestes en buscarme, porque estaré justo a tu lado.


Para terminar este póster me recuerda mucho al videoclip, así que aprovecho para ponerlo. Lo tengo en mi habitación y con él se me han ocurrido miles de historias detrás de esas lágrimas.

Pero se acabaron las lágrimas. El grifo está cerrado. Saldremos juntos de esto porque el amor puede con todo, y el nuestro aún más.

Cuando digo que no quiero decir "Sí"


Las personas somos simplemente impredecibles.
Lo damos todo. Ya sea por odio, sed de venganza, por rencor; o bien por amor y cariño.
Muchas veces no somos conscientes del daño que podemos causar a los que tenemos a nuestro alrededor con nuestras acciones e incluso solamente con palabras. 
Porque sí, las palabras duelen y mucho, pero depende de quién las pronuncie desde luego.. Si ese alguien es importante para nosotros, dolerá más porque eso significa que esa persona nos conoce y que puede tener razón.

Precisamente tenemos miedo de la razón, de la lógica, de lo obvio.
Tememos la soledad, pero a la vez queremos alcanzarla.

Dicen que el ser humano es racional..
JÁ. En mi opinión somos de todo menos racionales.
Nos engañamos a nosotros mismos. Nos contradecimos.
En nuestro intento por evitar el sufrimiento sufrimos más y evitamos que la felicidad entre en nuestras vidas.
No es justo.
Las cosas claras.
No más mentiras. Nadie merece una mentira. Ni siquiera piadosa. Ni medias verdades.
Pero la verdad duele. Y si eres sincero eres un borde que no se preocupa por los sentimientos de los demás.


¿Cómo podemos encontrar el equilibrio?


All alone under the shadows

Todos tenemos un Talón de Aquiles. ¿El mío? Yo.
Sí. Yo soy mi Talón de Aquiles.
Siempre me he odiado a mi misma, pero he intentado dar la sensación de egocentrismo y de creerme superior para no mostrar mis puntos débiles. Imagino que eso lo hacemos todos.. no puedo saberlo claro, sólo sé que eso es lo que hacía yo.

Me miro al espejo. ¿Esa soy yo? ¿Así me ven los demás? Guau.. Ahora entiendo que se metan conmigo. Ahora entiendo que no le guste a nadie. Sí, ahora todo cuadra.
Y de pronto veo que la chica del espejo con complejo de altura -porque claro, nada más verte todos dicen: "¡Qué alta eres, qué envidia!" y hacen chistes sobre tu altura para sentirse mejor con ellos mismos y sus complejos de inferioridad, literalmente hablando. No saben lo que dicen. No es que me entusiasmen los tacones, pero no puedo llevarlos porque con ellos me acerco peligrosamente al metro noventa, y eso no es nada atractivo en una chica. Nada. Todos los chicos son bajitos.. no quieren chicas más altas que ellos que les recuerden sus complejos. Y seamos sinceros, yo tampoco quiero un chico bajito que me recuerde los míos.. Así que así está la cosa.. de atractivo cero. "Podrías ser modelo". Sí claro, si estuviera delgada y fuera guapa me encantaría. Pero tengo muchas caderas, estoy regordeta y una nariz aguileña que queda horrible en un rostro femenino.- tiene una lágrima resbalando por la mejilla.
Yo sé qué la pasa. Por una vez en su vida se empezaba a querer a si misma. Se veía delgada, concretamente nueve kilos más delgada, se veía presentable sin maquillar. Tenía ganas de comerse el mundo. E iba a reconquistar al que sabía que era el amor de su vida. ¿Qué había cambiado?

A la que ya de por sí parecía una ecuación complicada (lo que no significa que fuera imposible de resolver) se le había añadido un factor más. Un factor que supuestamente había quedado eliminado meses atrás. Un factor que hacía que sus barreras se derrumbasen, que su autoestima desapareciese. Un factor demasiado parecido a ella pero en versión mejorada.

Todos tenemos un némesis. Ella es el mío.
Con constantes comparaciones donde yo salgo perdiendo he quedado hecha trizas.

Pero, ¿merece todo esto la pena? ¿Me merece la pena perder una y otra y otra vez?

Sé que hago daño a todos los de mi alrededor.. pero no lo hago conscientemente. Pero eso, ¿qué más da? El daño está hecho y es lo importante.. Pues SE ACABÓ. Sólo hay una forma de que nadie más sufra por mi culpa.