Creí que eras diferente,
que eras de ese tipo de gente
de la que alejarse ,
es algo que lamentar.
Estuve convencida,
convencida de que
eras ese tipo de persona
difícil de encontrar.
Pensé que escondías un poco
de esa genialidad innata,
creí que eso te hacía brillar,
de repente, a esas horas de la noche.
Debió ser una farola...
Y mira, uno más,
uno más de una marea de ingente
de cabezas pseudopensantes.
Otro humano animalizado
con una alta pretensión de singularidad
que se te adhiere a la piel
hasta cubrirte por completo.
Seguramente, la persona que eres
sea mucho más feliz
que la que creí que eras.
Quizás te resulte más fácil
encontrar lo que ahora sé que buscas,
que lo que creí que buscabas.
Que error más tonto cometí,
¿no crees?
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